Tal vez perdemos la salud porque no seguimos los caminos del Señor en cuanto a alimentación, ejercicio, respiraciones, postura corporal, etc.
Sobre todo porque no seguimos los impulsos de su espíritu que produce en nosotros sus frutos de amor, de alegría, de paz, de bondad.
Visualízate, mírate allá frente a ti lleno de salud, con una figura de perfección, atlético, saludable, perfecto.
Dios mío, entiendo que tú me quieres en perfectas condiciones de salud.
Dios hace su parte en nosotros respecto a nuestra salud, pero nosotros debemos hacer la nuestra. (De una conferencia del sacerdote Carmelita Descalzo Luis Jorge González)
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miércoles, 26 de junio de 2019
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