POR QUÉ HAGO EJERCICIO
Enero 25 de 2020.
Inicié a correr hace 43 años, aproximadamente. Me sentía mal físicamente, estaba gordo. Yo era profesor titular de segundo año de secundaria del Colegio Regiomontano Contry; en el recreo jugaba con mis alumnos básquetbol, y con facilidad me quitaban la pelota; me sentía torpe y viejo.
Fue entonces que decidí hacer ejercicio; pensé que lo más acertado sería trotar alrededor de las canchas de básquetbol, allí mismo, en el Colegio; y así lo hice.
Considero que lo más valioso de mi decisión ha sido el hecho de ser constante. Desde un principio lo hice con entrega y pasión. Hasta hoy no he dejado de hacer ejercicio. Recuerdo que un día pude dar 16 vueltas a las dos canchas de futbol, unos 4 kilómetros de trote, sin parar. Ese día me sentí todo un atleta.
Agradezco a Dios por permitirme ser disciplinado y continuar con el ejercicio físico.
A lo largo de todos estos años he podido constatar los grandes beneficios que el ejercicio me ha proporcionado, beneficios en lo físico, mental, espiritual y social.
Es muy cierto aquello de que el deporte es vida y salud. La mejoría en todos los aspectos ha sido evidente. Me siento fuerte, sano y feliz. Hoy a mis 72 años y con un peso de 65 kilogramos (más o menos) sigo sintiendo los beneficios del ejercicio.
El apoyo de mi esposa Mary ha sido determinante, ella inició a ejercitarse dos años después que yo, practicando el trote y la carrera.
Juntos hemos vivido compartiendo maravillosas experiencias deportivas. Ella ha completado 17 maratones, yo solamente 7 u 8. Hemos participado en muchas carreras de 5 y 10 kilómetros, y en otras de 15 y 21 kilómetros.
Este deporte nos ha permitido conocer a muchos amigos corredores que como nosotros viven, disfrutan y nos estimulan con su ejemplo. En mi vida deportiva he tenido muchas lesiones que en ningún momento han impedido mi constancia en el deporte; con la ayuda de Dios las he podido superar. Desde hace varios años mis rodillas me han dicho que las cuide (escucha tu cuerpo), razón por la cual me ejercito caminando; práctico la caminata vigorosa, sin descuidar mis ejercicios en la bicicleta estacionaria.
"A las diez en la cama estés y si puedes antes, mejor que después". Los ejercicios de respiración, los estiramientos, las lagartijas (planchas), las abdominales, las sentadillas y demás movimientos del cuerpo han sido y son parte importante en mi vida deportiva. "Si quieres vivir fuerte y sano, acuéstate y levántate temprano".
"Corro para vivir, no vivo para correr". Es importante mantener el equilibrio entre el trabajo, deporte, descanso y sana diversión, sin olvidar que mi vida espiritual y familiar son mis prioridades.Participo diariamente en la SANTA MISA, recibo a JESÚS, y rezo cada día el SANTO ROSARIO. Me encanta el pensamiento que reza. "Cuida tu cuerpo, pero más tu alma".
Agradezco a Dios que me permita continuar haciendo ejercicio físico.
"Tal vez el deporte no le dé más años de vida, pero sí le dará más vida a sus años".
"Escucha a tu cuerpo".
Jaime Adriaensens Gonzalez
Enviado desde mi iPhone
sábado, 25 de enero de 2020
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