DESPACIO QUE VOY DE PRISA
Estaban dos leñadores en plena faena con sus sierras de cortar leña, en el bosque.
Uno de ellos, cortaba un árbol y después otro árbol, sin parar para limpiarse el sudor de la frente.
Al final del día había cortado menos árboles que el otro leñador, quien a cada rato, paraba unos minutos y se sentaba a descansar en una espesa sombra, que le ofreciera cualquier árbol en pie.
El primer leñador no se explicaba por qué cortaba menos árboles que el segundo leñador.
El segundo leñador descansaba y afilaba su sierra.
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sábado, 30 de enero de 2021
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