sábado, 24 de septiembre de 2011

YO DECIDO MIS ACTITUDES.

 

Una actitud mental positiva nos hará invencibles. Las actitudes y no las aptitudes nos permiten alcanzar y conservar aquello que anhelamos. Claro, las actitudes positivas.

 

Las aptitudes suelen moverse en la región de nuestro entendimiento, en cambio, nuestras actitudes se desplazan a través de la región de la voluntad.

 

Entendemos por una aptitud una disposición natural en una persona como para hacer algo.

Una actitud es la disposición de ánimo manifestada exteriormente ante cualquier situación que afrontemos, sea del tipo que fuere.

Si las actitudes son positivas, generan resultados positivos.

Las actitudes más que las aptitudes nos llevarán a las altitudes.

Yo tengo la libertad de tener actitudes positivas.

Yo decido qué actitudes debo mostrar a los demás.

Yo elijo mis actitudes.

No son las aptitudes las que sacan adelante a las personas, sino las actitudes.

Las mejores actitudes brotan de nuestra búsqueda de Cristo. Una persona con actitudes positivas provoca paz, armonía y bienestar.

Las actitudes y no las aptitudes son las que nos permiten alcanzar y conservar aquello que anhelamos.

 

Que Dios y María Santísima te bendigan.     Mary y Jaime.

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