jueves, 8 de agosto de 2013

QUE YO VEA.

DIOS SIEMPRE ESCUCHA NUESTRAS ORACIONES.

QUE YO VEA

"Un mendigo ciego llamado Bartimeo estaba sentado junto al camino.

Al oír que pasaba Jesús comenzó a gritar:

"Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí".

Y muchos lo increpaban para que se callara, pero él gritaba mucho más:

"Hijo de David, ten compasión de mí".

Jesús se detuvo y dijo: "¡Llámenlo!".

Y llamaron al ciego diciéndole:

"¡Ánimo! Levántate, que te llama".

Él, tirando su manto, saltó y se llegó a Jesús.

Y Jesús le dijo:

"¿Qué quieres que te haga?".

El ciego respondió: "Señor, que yo vea".

Y Jesús le dijo:

"Ve, tu fe te ha salvado":

Al punto recobró la vista y seguía a Jesús por el camino.

San Marcos X, 46-52.

Que Dios y María Santísima te bendigan.   Mary y Jaime.

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