LLENARSE DE DIOS
(DE LA MEDITACIÓN NÚMERO CIEN DE SAN JUAN BAUTISTA DE LA SALLE)
Cuando alguien se ha llenado de Dios en la soledad, puede luego hablar de Él con valentía y provechosamente.
Tienen que empezar por llenarse plenamente de Dios… A fin de que sus palabras surtan su efecto en sus discípulos.
El deber de ustedes es enseñar a sus alumnos cada día a conocer a Dios, a instruirlos en las verdades del Evangelio, y a enseñarlos a practicarlas.
Tienen que estar ustedes mismos plenamente llenos de Dios y abrasados del amor a su santa ley para que las palabras de ustedes surtan su efecto en sus discípulos.
Prediquen con el ejemplo y practiquen ante ellos lo que quieren inculcarles.
Que Dios y María Santísima te bendigan. Mary y Jaime.