LÍDERES
Jaime Adriaenséns González
Los líderes no ahuyentan, atraen; no amenazan, estimulan; no suponen, verifican; no hablan, actúan; no aplastan, hacen crecer; no destruyen, edifican.
Los líderes no se esconden, son luz; no toman poses, son humildes; no están solos, son rodeados; enseñan, pero no de palabra, muestran el cómo.
Los líderes no tratan de brillar, hacen brillar a los demás; no critican, motivan; no esperan los saludos, se acercan a saludar; no ponen pretextos, reconocen sus errores; no culpan al grupo, se culpan ellos; no se aislan, viven en el grupo.
Los líderes no dicen, hacen; no esconden las cuentas, son transparentes; no ordenan, brindan opciones; no dan verdades a medias, son honestos.
Los líderes no solamente delegan, se involucran, no son exhibicionistas, trabajan; no idealizan, planean; no se toman descansos, cuidan el descanso de los demás.
Los líderes no buscan sobresalir, quieren que otros sobresalgan; no muestran engaños, despiertan conciencias; no se sirven de los otros, sirven a todos; no se "lucen", hacen lucir. Si su grupo falla, se culpan a sí mismos por no haberlo dirigido adecuadamente; no confían en su memoria, apuntan.
Los líderes no solamente observan, también reflexionan y actúan; evalúan y aplauden; sueñan y aterrizan; están con los pies en el suelo; no suponen, organizan y programan; no dejan todo a última hora, toman su tiempo.
Los líderes son ejemplo de trabajo y servicio; son creadores de más líderes; son teóricos y prácticos; no sólo dan, se dan; cuidan su apariencia, pero más su congruencia; se les ve, no se pierden; están al pendiente del grupo.
Los líderes tienen autoridad, pero saben ganar esa autoridad; no abandonan a ninguno, apoyan; son creativos y sencillos; no se ocultan; antes que exigir, se exigen a sí mismos. No dirigen desde la barrera, están en el ruedo.
Los líderes no viven en el aire ni son invisibles; están al frente, enseñan con su ejemplo; dicen y hacen; son los primeros en llegar, y los últimos en irse.
Los líderes hablan poco y hacen mucho; sus seguidores los admiran porque enseñan con el ejemplo; cuidan su cuerpo, pero más su alma.
Los líderes reconocen sus errores, son auténticos; se interesan en los demás, inspiran confianza, fortalecen al grupo, son congruentes y virtuosos.
Los líderes ven lo positivo; toman iniciativa, no esperan a que sucedan las cosas, se adelantan; se complacen en estimular, suscitan cambios en los demás, están para servir. Huyen de los vicios, encarnan los grandes valores; son testimonio de vida.
Que Dios y María Santísima te bendigan. Mary y Jaime.