LA FIESTA
Arturo es invitado por José para asistir a una fiesta. José insiste en su invitación, pues sabe que dicha fiesta será divertida, alegre, fascinante, fenomenal, increíble; pletórica de sorpresas, dicha y felicidad.
Arturo se resiste, insiste y persiste en no asistir a dicha fiesta. José le ruega y suplica para que no deje de asistir; incluso, José le hace ver que si no va se privará de mucha alegría y felicidad.
Arturo dice a José: No me amenaces con eso de que me privaré de mucha alegría y felicidad (infierno).
Yo soy libre de ir o no ir a esa fiesta; parece que me estás amenazando con que sufriré por aceptar tu invitación. Déjame en paz; no creo que dicha fiesta será lo que tú dices. Alguien te ha lavado el cerebro.
José le vuelve a suplicar que vaya: total, si asistes no tienes nada que perder y sí mucho qué ganar; pero si no asistes, te perderás de la felicidad que allí encontrarás.
Arturo le repite: mira, José no me amenaces con eso. No creo que la fiesta será como tú dices.
Que Dios y María Santísima te bendigan. Mary y Jaime.