"Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá". Juan 11, 25.
TODA AYUDA INNECESARIA DAÑA
Si yo puedo levantarme de la mesa por el salero, ¿por qué pedir que me lo traigan? Si yo puedo ir por mi café, ¿por qué pedir que me lo traigan? Sí yo puedo hacerlo, ¿por qué pedir a alguien que lo haga? Si tú estás enfermo o imposibilitado, pide ayuda; pero si tú lo puedes hacer, hazlo. Toda ayuda innecesaria hace daño.
Que Dios y María Santísima te bendigan. Mary y Jaime.