"El que dé un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños, porque es discípulo, no quedará sin recompensa: soy yo quien se lo digo". Mateo 10, 42.
TÚ DECIDES
Tú decides ser feliz o infeliz; estar triste o alegre, quieto o activo; solo o acompañado, apacible o dinámico, limpio o sucio; adelantado o atrasado, cómodo o incómodo, intranquilo o en paz. Si te desvelaste o te acostaste temprano, si madrugaste o dormiste de más, fue decisión tuya.
Tú decide trabajar o descansar, criticar o alabar, fracasar o triunfar: progresar o quedar atrás, crecer o disminuir, elevarte o hundirte, reír o llorar, hablar o callar.
Fuera excusas, fuera pretextos, estás allí por cordial o déspota, por humilde o soberbio, por tratable o intratable, por huraño o sociable, por presumido o sencillo, por trabajador o zángano.
Tú decides cambiar o quedar atrás. Es tu elección, tuya, de nadie más.
Que Dios y María Santísima te bendigan. Mary y Jaime.