Cuando abraces, debes hacerlo con el corazón, de forma que la persona a la cual estás abrazando, sienta la calidez de tu cuerpo y produzca las emociones que espera sentir.
Un abrazo puede brindar apoyo corporal;
decir te quiero; expresar tus sentimientos más profundos.
¡Un abrazo puede significar tanto! Porque en este importante gesto, son dos cuerpos los que interactúan; son dos almas que se funden en un mismo sentimiento.
Hay veces que las palabras sobran; y en un abrazo, puede expresarse, todo lo que se quiere.
Cuando un amigo está en problemas, el abrazo significa: "cuenta conmigo, aquí estoy para ayudarte".
Cuando nos encontramos con alguien, que no vemos desde hace mucho, ese abrazo significa:
¡Qué alegría verte de nuevo!
Cuando alguien pierde un ser querido, ese abrazo quiere decir:
"te acompaño en tus sentimientos, no estás solo, comparto tu dolor".
Un abrazo es mucho más que un simple entrelazar de cuerpos; es mucho más.
El abrazo es como el beso, como las caricias; es un lenguaje silencioso al cual no le hace falta adornos, para poder expresar, todas las emociones intensas, que deseas transmitir.
Que Dios y María Santísima te bendigan. Mary y Jaime.