CARTA DE UN HIJO A SU PADRE Cuando pensabas que no te veía, te escuché hablarle a Dios. Cuando pensabas que no te veía, observé cómo tratabas a la gente. Cuando pensabas que no te veía, escuché cómo le hablabas a mamá. Cuando pensabas que no te veía, te vi levantarte temprano para cumplir con tu trabajo. Cuando pensabas que no te veía, observé cómo mirabas a las muchachas. Cuando pensabas que no te veía, miré cómo ayudabas a las personas. Cuando pensabas que no te veía, observé cómo cumplías con tus responsabilidades, a pesar del frío, las lluvias y las tormentas. Cuando pensabas que no te veía, miré todo lo que hacías, y aprendí de ti más de lo que imaginas. __________ No te preocupes si tus hijos no te escuchan, te observan todo el día. Que Dios y María Santísima te bendigan. Mary y Jaime. |