LOS ELEFANTES DEL CIRCO Y LA LIMITACIÓN
El elefante puede, sin dificultad alguna, levantar con su trompa un peso de más de una tonelada; sin embargo, ¿ha notado usted cuando ha ido al circo, cómo estos enormes animales permanecen atados a una débil estaca?
Cuando los elefantes son jóvenes y débiles, los atan con una fuerte cadena a una estaca inamovible. No importa cuánto luchen por liberarse, les es imposible hacerlo; no pueden ni romper la cadena ni arrancar la estaca.
A pesar de lo fuerte y grande que un elefante llegue a ser, él sigue creyendo, mientras tenga la pata amarrada, y vea la estaca junto a él, que le es imposible liberarse.
Muchos seres humanos, adultos e inteligentes, son como los elefantes del circo: están atados de sus pensamientos y acciones; no se mueven jamás más allá de donde les permiten llegar las limitaciones que se han impuesto a sí mismos.
Si le está sucediendo a usted esto, decídase ahora mismo a desenterrar las estacas que o atan. Rompa las cadenas que le impiden moverse; y conviértase en la persona que usted puede y desea llegar a ser.
Que Dios y María Santísima te bendigan. Mary y Jaime.
