"Ustedes son la luz del mundo". Mateo 5, 14.
EN LA OFICINA DE UN CONSEJERO MATRIMONIAL
No hay persona perfecta. El matrimonio se construye día a día.
No se griten. No se exalten. No se falten al respeto. Ninguno es esclavo del otro. Sean pacientes, comprensivos y prudentes; tolerantes, respetuosos y fieles; serviciales, sinceros y ordenados; flexibles, trabajadores y ordenados. Recen, comuníquense, perdónense y ténganse confianza.
Y lo más importante: ámense y defiendan su amor hasta dar la vida.
Que Dios y María Santísima los bendigan. Mary y Jaime.