No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Mateo 4, 4.
¿POR QUÉ HAS DEJADO DE CORRER? Octubre 29 de 2016
Nací en diciembre de 1947. Inicié a practicar el trote y la carrera, en 1976-1977; he sido constante y tenaz. Algunas lesiones menores han sido obstáculo para correr; otras mayores, han impedido que me mueva más. Me encanta el proverbio que dice: "escucha tu cuerpo". Aproximadamente desde hace 7 u 8 años mis rodillas me piden más atención. Poco a poco he llegado al convencimiento que es mejor caminar con vigor y fortaleza, que trotar lesionado y con dolor; prefiero caminar erguido y ligero, que trotar cabizbajo y débil. La disciplina y la motivación me han impulsado a ejercitarme en caminatas, estiramientos, flexiones, sentadillas, ejercicios de respiración, abdominales, lagartijas y bicicleta estacionaria. Gracias a Dios me siento fuerte, sano y feliz.
Que Dios y María Santísima te bendigan. Mary y Jaime.