sábado, 15 de octubre de 2011

EL MÁS IMPORTANTE.

 

El que quiera ser grande entre ustedes, que sea su servidor, y el que quiera ser el primero, que sea el esclavo de todos, así como el Hijo del hombre, que no ha venido a que lo sirvan, sino a servir y a dar su vida por la redención de todos". San Marcos X, 44-45.

 

Reflexión:

 

Jesucristo nos dice: "Aprendan de mí que soy manso y humilde de corazón". La virtud opuesta a la soberbia es la humildad.

 

Si en algún momento la soberbia llegara a invadirme, recordaré las palabras de Jesús: "Aprendan de mí que soy manso y humilde de corazón".

 

Las personas que tenemos poder habremos de usarlo para servir a los demás, y no para servirnos de ellos.

 

¿Conoces a personas sencillas y serviciales? ¿Conoces a personas que tienen un alto espíritu de servicio?

 

Máxima:

 

"Aprendan de mí que soy manso y humilde de corazón".

 

Mi compromiso:

 

Hoy, pediré a Dios sencillez y humildad.

 

Que Dios y María Santísima te bendigan.     Mary y Jaime.

 

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