domingo, 30 de octubre de 2011

FORTALEZA, CARÁCTER.

 

Un campesino poseía algunos caballos para que le ayudaran en los trabajos de su pequeña hacienda.

 

Un día, su capataz le trajo la noticia de que uno de los caballos, el más viejo, había caído en un pozo abandonado.

 

El pozo era muy profundo y seria extremadamente difícil sacar al caballo de allí.
El campesino fue rápidamente hasta el lugar del accidente y evaluó la situación, asegurándose de que el animal no se había lastimado.


Pero por la dificultad, el alto precio para sacarlo del fondo del pozo, y la vejez del caballo,  creyó que no valía la pena invertir en la operación de rescate.

 

Tomó, entonces una difícil decisión: determinó que el capataz sacrificase al animal tirando tierra en el pozo hasta enterrarlo, allí mismo.

Y así se hizo. Los empleados, comandados por el capataz, comenzaron a lanzar tierra adentro del pozo para enterrar al caballo.

Pero a medida que la tierra caía sobre el animal, éste la sacudía y se iba acumulando en el fondo.

 

Cuanta más tierra le tiraban, más posibilidades tenia el caballo ir subiendo.

Los hombres se dieron cuenta de que el caballo no se dejaba enterrar, sino que, al contrario, estaba subiendo, hasta que, finalmente se tapó el pozo, y el caballo consiguió salir.

 

Si alguien se siente "allá abajo", poco valorado, mientras recibe tierra de la incomprensión, la falta de oportunidad y de apoyo, podrá recordar el caballo de esta historia.

Y así seguirá subiendo, subiendo y subiendo.

El secreto del éxito y la felicidad no es una vida libre de  sufrimientos; sino el saber qué hacer con ellos.

"No le pidas al Señor una vida de comodidad; pídele una vida de fortaleza".

 

Que Dios y María Santísima te bendigan.     Mary y Jaime.

 

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