lunes, 17 de junio de 2013

ANÉCDOTA.

 

ANÉCDOTA

 

El mismo día de su coronación, noviembre de 1958, Juan XXIII recibió la visita de algunos amigos de la ciudad de Bérgamo Italia.

 

Les contó una anécdota personal:

 

Yo tenía siete años de edad.

 

Desde la población de Sotto il Monte mi padre me llevó un día a la ciudad cercana, donde se celebraba una fiesta de la Acción Católica.

 

En el camino yo me cansé y mi padre me llevó sentado en sus hombros.

 

Llegamos a la ciudad.

 

Siendo yo muy pequeño y la multitud muy grande, no alcanzaba a ver nada de la fiesta.

 

¿Que hice?

 

Jalé del saco de mi padre, y él me sentó de nuevo en sus hombros.

 

Yo estaba feliz, pues desde aquella altura podía ver todo lo que yo quería.

 

Han pasado ya 70 años desde aquel día, y no me puedo olvidar semejantes rasgos de mi padre.

Es más, aprendí a hacer lo mismo con mi Padre Celestial:

Cuando estoy cansado, o cuando no veo claro un problema, suplico a mi Padre Celestial que me levante y cargue conmigo.

Que Dios y María Santísima te bendigan.   Mary y Jaime.

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