martes, 4 de junio de 2013

NO.

NO

 

 

Si realmente queremos a alguien de verdad, no todos los permisos se dan, ni todas las cosas se le compran, ni todo se le consiente.

 

Al negar algunas cosas podremos obtener una reacción de desacuerdo y de ingratitud,  pero que esto es lo menos que nos puede y debe preocupar.

 

El consentirles todo a los niños es la mejor manera de hacerles egoístas, individualistas y caprichosos.

¡Cuánta razón tiene el pueblo chino cuando en uno de sus refranes de dominio popular nos dice que:

"Es más difícil gobernar a un hijo que a una nación".

(Extracto de reflexión dominical del padre Rogelio Narváez Martínez).

Que Dios y María Santísima te bendigan.   Mary y Jaime.

 

 

 

 

 

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