viernes, 8 de noviembre de 2013

MI EQUIPO.

MI EQUIPO

Me quedé sin trabajo. Ahora mi trabajo es buscar trabajo.

Imaginemos que estamos jugando un partido de futbol, y vamos perdiendo dos a cero.

Tenemos dos posibilidades: darnos por vencidos o esforzarnos todavía más para intentar  remontar.

¿Qué debemos hacer? ¿Darnos por vencidos o remontar?

Remontar.

Es lo que yo estoy haciendo, remontar. No tengo trabajo, y debo esforzarme todavía más para salir adelante.

Yo tengo mi equipo: Mi familia.

En la vida hay un equipo muy importante. Somos muchos los que estamos jugando el partido más difícil de nuestras vidas. Y necesitamos de un equipo para remontar.  Cada uno de nosotros tiene un equipo: La familia.

Mi esposa y mis hijos me animan cada mañana para levantarme; rezan por mí;  me sacan una sonrisa cuando estoy triste; me aguantan el mal humor cuando he tenido un mal día. Todos me ayudan. Yo también los ayudo.

Lo importante es el esfuerzo de cada uno. La clave es estar unidos, hacer oración con fe; esforzarnos más, darnos ánimo, mantener la llama de la esperanza.

La adversidad es dura. Todos y cada uno debemos esforzarnos al máximo para remontar. Atacar todos y defender todos. Si cada uno da lo mejor de sí, venceremos.

Si el equipo está unido, a pesar de las dificultades,  siempre se puede remontar.  Vamos perdiendo dos a cero, el partido aún no termina. A pesar de ello, estamos decididos a remontar.

Que Dios y María Santísima te bendigan.   Mary y Jaime.

 

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