"Como muchos de nuestros actuales  estudiantes, el doctor Alexis Carrel había perdido la fe en las aulas de la  Sorbona en París. 
 En una ocasión en que en un viaje en tren  tenía que pasar por Lourdes, se encontró con que en los asientos de enfrente iba  un matrimonio con su pequeña hija, ellos estaban tuberculosos pero su  sufrimiento mayor era aquella peritonitis tuberculosa de su niña, la cual ningún  médico se atrevía a operar. 
 El joven doctor les preguntó sobre el  destino de su viaje, y ellos le respondieron que iban al Santuario de Lourdes a  pedir la intercesión de la Virgen María y a lavar a su hija en las fuentes de la  gruta de Lourdes. 
 El joven y eminente médico auscultó a la  niña y les señaló que iban a perder su tiempo.
 Contra el consejo de tan grandioso doctor,  los papás llevaron a su niña llamada María Bailly al Santuario.  
 Aquel médico no tenía prisa en llegar a  un destino, por lo cual se decidió a bajar del tren. Aquel matrimonio se le  perdió de vista pues era demasiada gente, eran las 2:30 de la  tarde.  
 Diez minutos después, Alexis Carrel creía  ver visiones. 
 Se encontró con aquel matrimonio, venían  de pedirle a Dios el milagro a través de la intercesión de la Virgen, ellos  habían realizado algunas abluciones. 
 Carrell vio que aquella niña que él había  visto agonizante, y que incluso había perdido el habla, ahora le estaba  hablando. 
 El médico dice que a las 3 de la tarde, él  estaba con el matrimonio y que ya habían desaparecido por completo la  enfermedad, junto con la hinchazón y los dolores.
 Alexis Carrell recuperó la fe, se  convirtió en un fiel devoto de la Madre de Jesucristo...  
 Alexis Carrell se dedicó al estudio de  los ligamentos vasculares y al injerto de conductos sanguíneos y de órganos, por  lo cual fue galardonado con el Premio Nóbel de Fisiología y Medicina en 1912.   
 Alexis escribió antes de morir: "Que cada  minuto de mi vida se consagre a tu servicio, Dios mío". Se trata de aquel mismo  que un día expresó: 
 "De la misma manera en que el cuerpo  necesita del oxígeno para vivir el alma necesita de la  oración".
 Que Dios y María Santísima te  bendigan.     Mary y  Jaime.