Más enseñan acciones que buenos sermones.
Es mejor sudar en el entrenamiento que sangrar en la batalla.
Ocúpate de las cosas de Dios y Dios se ocupará de las tuyas.
Quien pisa con suavidad llegará lejos.
El que enseña aprende dos veces.
Que Dios y María Santísima te bendigan.
Mary y Jaime.