Señor, ¿qué quieres que hagamos? Que se amen unos a otros, tal como yo los he amado. Permanezcan unidos tal como mi Padre y yo somos uno. Vayan y anuncien el Evangelio a todas las partes de la Tierra. Sepan que yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.
Jesús, ¿a dónde te vas? Voy al Padre, para interceder por cada uno de ustedes, para prepararles un lugar y para enviarles desde allá el Espíritu Santo.
Señor, ¿dónde te podemos encontrar? Estoy en todas partes, dentro de cada uno de ustedes. Estoy en la Eucaristía. Me pueden encontrar en los pobres, en los enfermos, en los peregrinos, en los que carecen de pan, de techo, de libertad, de respeto. Me pueden encontrar en los desamparados, en los necesitados.
"En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea y subieron al monte en el que Jesús los había citado. Al ver a Jesús, se postraron, aunque algunos titubeaban.
Entonces, Jesús se acercó a ellos y les dijo: "Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Vayan, pues, y enseñen a todas las naciones, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándolas a cumplir todo cuanto yo les he mandado; y sepan que yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo". San Mateo 28, 16-20.
Que Dios y María Santísima te bendigan.
Mary y Jaime.