martes, 7 de mayo de 2013

PARA UN CEREBRO SANO.

PARA UN CEREBRO SANO

Comer menos.

Hacer ejercicio regularmente.

Viajar mucho.

Vivir acompañado.

Rezar, tener fe y no preocuparse.

Hacer ejercicio mental diariamente.

Adaptarse a los cambios (la rutina es muy mala para el cerebro).

Evitar el estrés crónico (practicar deporte).

No fumar.

Dormir bien (ocho horas).

Evitar el apagón emocional (la motivación, la ilusión y la emoción impulsan hacia adelante).

Agradecer, agradecer, agradecer.

Disfrutar de las pequeñas cosas.

Que Dios y María Santísima te bendigan.   Mary y Jaime.

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