Dios siempre perdona; el hombre a veces
perdona; la naturaleza jamás perdona.
Donde no hay gobierno, antesala es del infierno.
El Reino de los Cielos es de aquellos que se
esfuerzan por alcanzarlo.
El agua estancada se pudre; la máquina
inmóvil se enmohece.
En la naturaleza no hay castigos ni premios,
hay consecuencias.
El que tenga tienda que la atienda; y si no, que la
venda.
Que Dios y María Santísima te bendigan. Mary y Jaime.