DESACUERDOS
Desacuerdo no significa pleito o violencia.
Los conflictos son parte de nuestra vida. Lo saludable es aprender a manejarlos.
Los conflictos son retos que se nos presentan para lograr la armonía entre las personas.
Cada uno es dueño de sus emociones, por lo mismo, hay controlarlas y manejarlas adecuadamente.
Ante un problema o desacuerdo no debe manifestarse enojo, impaciencia, exasperación, odio, coraje o rencor. Como dice San Agustín: Si callas, callarás con amor. Si gritas, gritarás con amor. Si corriges, corregirás con amor. Si perdonas, perdonarás con amor. Si está dentro de ti la raíz del amor, ninguna otra cosa, sino el bien, podrá salir de tal raíz.
Es importante escuchar sin interrumpir; hay que evitar la crítica y los comentarios negativos; asimismo, desterrar la ironía y el sarcasmo.
Preguntar al otro qué puedo hacer para mejorar las cosas. Escuchar atentamente la otra parte, ser asertivo. No se ataca a la persona, se ataca el problema.
La comunicación no verbal es muy importante.
No se hacen acusaciones. Se debe centrar en el tema, sin distraerse en ideas distintas o en discusiones pasadas. Se trata de llegar a una negociación que favorezca a las dos partes; es decir, ganar, ganar.
Que Dios y María Santísima te bendigan. Mary y Jaime.
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