A ti, Señor, elevo mi alma, a ti que eres mi Dios. Haz, Señor, que conozca tus caminos, muéstrame tus senderos. Guía mis pasos, instrúyeme, tú que eres mi Dios y mi Salvador. Del Salmo 25.
LA FAMILIA ES LA PRIMERA ESCUELA DEL AMOR
La familia educa en principios, valores y virtudes. En las manos de la familia está el contribuir efectivamente a que seamos desde ahora, una sociedad más amorosa, más justa y fraterna. El amor a Dios será lo primero que niño aprenda al ver que sus papás lo viven día a día. Amor hacia las personas que traten; amor a la lectura y a la reflexión. Que los hijos vivan el orden y la alegría; el silencio y la meditación; el juego y el deporte; que cuiden su cuerpo, su alma y su mente. El hogar debe ser un templo de Dios, donde papá y mamá se amen tanto, que los hijos adquieran seguridad y confianza; valor y autoestima. Los niños deberán crecer en un ambiente de paz y tranquilidad; de amor y fraternidad, donde papá y mamá recen junto a sus hijos todos los días.
Que Dios y María Santísima te bendigan. Mary y Jaime.