El que quiera ser grande entre ustedes, que sea su servidor, y el que quiera ser el primero, que sea el esclavo de todos, así como el Hijo del hombre, que no ha venido a que lo sirvan, sino a servir y a dar su vida por la redención de todos". San Marcos X, 44-45.
Jesucristo nos dice: "Aprendan de mí que soy manso y humilde de corazón". La virtud opuesta a la soberbia es la humildad.
Contra el poder, el servicio; contra soberbia, humildad.
Máxima: ¿El poder que tengo lo uso para servir?
Que Dios y María Santísima te bendigan. Mary y Jaime.