¿De qué sirve saber mucho, ser inteligente, ser muy capaz y sobresaliente si no se es bondadoso? La bondad es la cualidad de los santos.
La bondad debe ser nuestra característica: compartir, ser generoso, solidarizarnos con los necesitados, ayudar a los demás, ser fieles servidores.
El SEÑOR Y DUEÑO de todo el mundo ha querido aparecer ante el mundo como CORDERO, como aquel que es manso, como pequeño, como humilde, como aquel que ha venido a servir, aquel que pasa su vida haciendo el bien.
Le preguntaban al entonces Cardenal Angelo Giussepe Roncalli, quien después fue el Papa Juan XXIII, sobre las personas que él más admiraba, y él contestaba con claridad que cuando él era más joven, admiraba a las personas listas, a los sobresalientes, a los sumamente inteligentes, a las personas geniales.
Ahora que soy viejo contestó-, admiro a las personas que son bondadosas. Y concluía la entrevista diciendo: "Un corazón bueno vale más que todas las cabezas de este mundo".
Que Dios y María Santísima te bendigan. Mary y Jaime.