Una madre decía a su hijo: No mires al suelo cuando vayas a decir a tu hermano: Lo siento, perdóname. Levanta la cabeza y mírale a los ojos, para que sepa que lo sientes sinceramente.
La solicitud de perdón debe ser directa: Se trata de ver de frente; tomar la responsabilidad de nuestros actos y corregir las consecuencias que producen nuestras acciones.
Los ojos no suelen mentir. Cuando uno pide perdón a una persona no hay que estar haciendo otra cosa, ni leyendo, ni barriendo. Debemos tomar la plena responsabilidad por nuestros errores.
Se trata de que aprendamos a decir a la persona ofendida: "Lo siento, perdóname", pero sin justificarnos, sin pretextos: Debemos Tener la misma delicadeza para con los más cercanos. Aprendamos a pedir perdón a papá, a mamá, al hermano; También ellos se lo merecen.
Debemos tener el propósito de enmienda con la intención verdadera de modificar la conducta: Aprendamos que no bastan las disculpas sino que hay que manifestar arrepentimiento y la mejor forma de hacerlo es a través de un cambio de actitudes.
Que Dios y María Santísima te bendigan. Mary y Jaime.