lunes, 1 de agosto de 2011

EL VASO EN LA MANO.

Un profesor hablaba sobre el manejo de la tensión.  Levantó un vaso con agua y preguntó al auditorio:

 

¿Cuánto creen ustedes que pesa este vaso con agua? Las respuestas variaron entre 300 y 500 gramos.

 

Entonces el maestro comentó: No importa el peso absoluto.

Depende de cuánto tiempo voy a sostenerlo.

 

Si lo sostengo por un minuto, no pesa nada.  Si lo sostengo

una hora, tendré un dolor en mi brazo. Si lo sostengo un día

completo, tendrán que llamar una ambulancia.

 

Es exactamente el mismo peso, pero entre más tiempo paso sosteniéndolo, más pesado se va volviendo.

 

           

Si cargo mis problemas todo el tiempo, ya no seré capaz de continuar.

 

La carga se irá volviendo cada vez más pesada. Lo que debo hacer es dejar el vaso en algún lugar, y descansar un poco antes de volver a tomarlo.

 

Tengo que dejar la carga de lado periódicamente. El descanso es parte del entrenamiento. Tendré más fuerza. Me sentiré mejor.

 

Que Dios y María Santísima te bendigan.     Mary y Jaime.

 

 

 

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