La vida me enseñó que la gente es amable, si yo soy amable; que las personas están tristes, si yo estoy triste; que el mundo es enorme, si yo me siento grande; que todos me quieren, si yo los quiero.
Que todos son malos, si yo los odio; que hay caras sonrientes, si yo les sonrío; que hay caras amargas, si yo estoy amargado; que el mundo está feliz, si yo soy feliz; que la gente es enojona, si yo soy enojón; que las personas son agradecidas, si yo soy agradecido.
La vida es como un espejo: Si yo sonrío, el espejo me devuelve la sonrisa. La actitud que yo tome frente a la vida, es la misma que la vida tomará ente mí.
El que quiera ser amado, que ame.
Que Diosito y la Virgencita te bendigan. Mary y Jaime.