"Puedo  ver". Este libro fue escrito por  Borghim Dahl, una mujer que durante medio siglo estuvo  prácticamente ciega. "Sólo  tenía un ojo", escribe, "y estaba tan cubierto por gruesas  cicatrices que sólo podía ver a través de una pequeña abertura en la parte  izquierda de ese ojo. 
"Podía leer  un libro únicamente si lo sostenía cerca de mi rostro, y forzando mi único ojo  hacia la izquierda, hasta donde me era posible". Cuando niña, quería jugar a la  rayuela con los demás niños, pero no podía ver las marcas, de manera que cuando  todos se iban a casa, ella se tiraba al suelo y se arrastraba con el ojo muy  cerca de las marcas. 
Memorizaba  cada pedazo del terreno en donde jugaban ella y sus amigos y muy pronto se  convirtió en una experta en los juegos en los que era necesario agudizar la  vista. Practicaba la lectura en su hogar, sosteniendo un libro de letras grandes  tan cerca de su ojo que las pestañas rozaban las páginas. 
Obtuvo  títulos en la Universidad: una licenciatura en artes en la Universidad de  Minnesota y un doctorado en Artes en la Universidad de Columbia. Empezó a  enseñar en la pequeña aldea de Twin Valley, en Minnesota, y ascendió hasta  convertirse en profesora de periodismo y literatura en la Universidad Augustana  en Sioux Falls, Dakota del Sur. Allí impartió sus enseñanzas durante trece años,  dando conferencias en clubes femeninos y presentándose en programas de radio  para charlar sobre libros y autores. 
"En lo más profundo de mi mente", escribe, "siempre estuvo al acecho el temor a una ceguera total. A fin de sobreponerme a ello, adopté una actitud animosa y casi hilarante (alegre) hacia la vida" Cerró su libro con unas palabras: "MI amado Señor", susurró, "Padre nuestro, que estás en el cielo, te doy gracias porque puedo ver. Te doy gracias. (Extracto de reflexión dominical del padre Rogelio Narváez Martínez).
Gracias a su  responsabilidad, fe, entusiasmo, orden, disciplina, tenacidad y deseo de  superación logró ser una triunfadora. Todos los días que Dios nos ha dado, hemos  vivido en un mundo maravilloso, mágico y pleno de belleza.