La alegría y la paz contribuyen a mejorar la salud.
Si deseamos mejorar nuestro sistema inmunológico y en consecuencia, nuestra salud, debemos tener pensamientos relacionados con el aprecio; pensamientos positivos.
Aferrarse a la ira se convierte en el intento de querer agarrar un carbón ardiente con la intención de arrojárselo a alguien:
Es uno mismo, quien al final de cuenta, resulta quemado.
Somos tú y yo los que nos volvemos esclavos de nuestros propios resentimientos.
Que Dios y María Santísima te bendigan. Mary y Jaime.