Para estar en sintonía con Dios y con tus alumnos, necesitas usar la pedagogía del amor.
El amor rompe nuestra dureza de corazón, y como dice San Pablo, nos da un corazón de carne.
Posiblemente esta pedagogía es la que más necesita nuestro mundo que tanto favorece el individualismo y propicia la violencia.
Más que nunca como educador, como papá, tienes que despertar la conciencia de la propia dignidad, la conciencia de la sed de amor y ayudar a desenmascarar las falsas promesas de felicidad que impiden su cultivo. (Tomado del libro "Tocar los Corazones, Educar desde el Amor", del hermano lasallista José Cervantes Hernández).
Que Dios y María Santísima te bendigan. Mary y Jaime.