Una postura torcida que lleva a la depresión es totalmente incompatible con la vida del espíritu.
Aprendamos a manejar nuestro cuerpo.
No saber respirar correctamente empobrece nuestra vitalidad.
La excelencia personal entra por el cuerpo.
Cristo nos vino a traer alegría: "Para que mi alegría esté en vosotros y vuestra alegría sea perfecta". (San Juan 15).
(LUIS JORGE GONZÁLEZ, SACERDOTE CARMELITA DESCALZO).
Que Dios y María Santísima te bendigan. Mary y Jaime.