Nadie puede entrar por la fuerza en la conciencia de otro, si no es por la vía del respeto y del amor.
El lasallista es una persona que reza.
Integra la fe con el impulso apostólico del celo ardiente por la salvación de los alumnos.
Para El Señor De La Salle, Jesús es el centro de la espiritualidad.
Pide que centremos nuestra vida en la persona, el proyecto y la práctica de Jesús.
La Espiritualidad Lasallista ofrece al maestro un camino unificador donde empleo, vocación, misión, trabajo y oración conforman un todo que contribuye a la realización del plan salvífico de Dios.
Que Dios y María santísima te bendigan. Mary y Jaime.