El ATLETA DE DIOS
JUAN PABLO SEGUNDO Ingresó seis veces a la clínica Gemelli por diferentes razones que fueron deteriorando seriamente su salud.
Cuenta el doctor Vilader que el EL PAPA nunca se lamentaba durante las curaciones. Un día después de una cura especialmente dolorosa, al notar la expresión de dolor de Juan Pablo II, le instó a desahogarse y quejarse.
A lo cual respondió EL PAPA: "¿Cómo puedo hacerlo, si me están curando muy bien y, además con tanto cariño?".
Juan Pablo Segundo fue un ejemplo en fortaleza y humildad; en espíritu de servicio y dulzura en el trato.
El 18 de febrero de 1941, el joven Karol Wojtyla, de 19 años, encontró a su papá muerto en su casa. Abrazó a una vecina y le dijo: "No estuve cuando murió mi mamá, no estuve cuando murió mi hermano, no estuve cuando murió mi papá".
Ya como PAPA, al recordar esa noche que pasó orando ante el cuerpo de su padre, confesó en una conversación privada: "Nunca me sentí tan solo".
Durante su juventud, le tocó sufrir la brutalidad de los alemanes en la guerra.
Ya siendo PAPA, el 13 de mayo de 1981, un terrorista turco intentó asesinarlo; tiempo después, EL PAPA lo visita en la cárcel para llevarle su perdón.
A partir del atentado.
"El ATLETA DE DIOS", como lo llamaron los jóvenes en Francia, se convirtió en apóstol del dolor.
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Que Dios y María Santísima te bendigan. Mary y Jaime.
