PARA REFLEXIONAR
Cuida tus pensamientos, porque se volverán palabras;
cuida tus palabras, porque se volverán acciones; cuida tus acciones, porque se volverán hábitos;
cuida tus hábitos, porque formarán tu destino.
La vida es una carrera de obstáculos, y Dios la corre junto con nosotros.
Cristo nos garantiza que llegaremos a la meta, porque para eso resucitó.
Jesús preguntó a los doce: "¿también ustedes quieren irse?". Simón Pedro le contestó: "Señor, ¿a quién iremos? Si sólo tú tienes palabras de vida eterna".
San Juan VI, 67,68.
Confía en Dios como si todo dependiera de Él; esfuérzate como si todo dependiera de ti.
Que Dios y María Santísima te bendigan. Mary y Jaime.