LAS BARRERAS INVISIBLES
En un famoso acuario, colocaron, en uno de los enormes tanques, a una barracuda y a un diminuto pez, separándolos por medio de una barrera de cristal.
Sin percatarse de la división, la barracuda atacó sin demora al pececillo, pero se topó con la división.
Después de intentarlo varias veces, y de golpearse repetidamente, desistió.
Luego quitaron la división, pero la barracuda, únicamente nadaba hasta el lugar donde antes estaba la división, porque seguía creyendo que la división aún existía.
Muchas personas son así, avanzan hasta topar con una barrera imaginaria, y ya no avanzan más, porque ellos mismos se han impuesto una barrera imaginaria.
El único límite que existe en la superación y progreso de toda persona es el que se impone a sí misma.
Que Dios y María Santísima te bendigan. Mary y Jaime.