miércoles, 3 de agosto de 2011

EL ABRAZO MEDICINAL.

(Extracto de reflexión dominical del padre Rogelio Narváez Martínez).

¿Quién de nosotros no ha sentido un abrazo medicinal? ¿Uno de esos abrazos que todo lo curan desde un raspón hasta un corazón destrozado?

Helen Colton refuerza esto con investigaciones que indican que: "Cuando se toca a una persona, la cantidad de hemoglobina en la sangre aumenta en forma significativa.

La hemoglobina es la parte de la sangre que transporta el abastecimiento vital del oxígeno a todos los órganos del cuerpo, incluyendo el corazón y el cerebro.

Un incremento en la hemoglobina tonifica todo el cuerpo, ayuda a impedir la enfermedad y apresura la recuperación de un padecimiento".

Los estudios continuamente han revelado que la necesidad de un contacto físico es algo innato en todos los animales de sangre caliente; el contacto los hace sentirse más cómodos y ser más pacíficos.

Por otra parte, la privación del contacto a menudo conduce al abatimiento, pérdida del apetito, apatía y a una disminución del funcionamiento eficiente.

El doctor Harold Voth, psiquiatra de la Fundación Menninger en Kansas, ha declarado: "Un abrazo puede disipar la depresión permitiendo que el sistema inmunológico del cuerpo se ajuste.

Los brazos infunden nueva vida a un cuerpo cansado y nos hacen sentir más jóvenes y vibrantes. En el hogar, los abrazos cotidianos reforzarán las relaciones, reduciendo las fricciones de una manera significativa.

Que Dios y María Santísima te bendigan.     Mary y Jaime. 

Entradas populares