viernes, 9 de diciembre de 2011

EL PADRE Y EL EDUCADOR.

(Extracto de reflexión dominical del padre Rogelio Narváez Martínez)

 

El padre y el educador tienen que parecerse a un sembrador.

No pueden regatear las semillas de su ejemplo, de sus orientaciones, aún cuando caigan en terreno inhóspito, esto no les puede desanimar.

Deben ser pacientes: para aprender a sembrar a manos llenas y esperar. Entendamos que aunque fueran buena tierra los hijos, pueden pasar por etapas difíciles de la vida.

Deben tener esperanza: Si alguien no está convencido de que tarde o temprano recibirá buenos frutos, no tendrá nunca la ilusión en aquello que está realizando.

Finalmente deben comprender la diferencia que existe entre la tierra buena: No deben medir a todos los hijos con el mismo rasero. No se pueden exigir los mismos rendimientos.

Que Dios y María Santísima te bendigan.     Mary y Jaime.

 

 

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