Hay personas que tienen muchas aptitudes, pero las actitudes negativas las llevan al fracaso. Hay personas que no han sido dotadas de muchas aptitudes, pero sus actitudes positivas se han convertido en su mejor carta de presentación.
Las actitudes positivas nos permiten alcanzar y conservar aquello que anhelamos. Las actitudes superan en mucho a las aptitudes.
Las aptitudes suelen moverse en la región del entendimiento, en cambio, las actitudes se desplazan en la región de la voluntad.
Mis mejores actitudes brotan en la búsqueda de Dios; y en ese camino encuentro el verdadero sentido de mi vida. El Señor me invita a trabajar, a cumplir una misión; me invita a ser pescador de hombres.
Las actitudes, más que las aptitudes, nos llevarán a las altitudes. Claro, las actitudes positivas.
Que Dios y María Santísima te bendigan. Mary y Jaime.
