La presencia de Dios, su ayuda, su acompañamiento, su protección, su amor: siento alegría, gozo, paz, felicidad y mucho amor. Siento que soy un privilegiado y consentido de Dios.
¿Qué piensas?
Que Cristo es el Camino, la Verdad y la Vida. Que debo mantener una comunicación constante con Dios; pienso que debo estar muy atento a la inspiración del Espíritu Santo. Disfruto mi participación en la Misa diaria, Me lleno de Cristo en la Eucaristía. El sacramento de la Confesión es parte de mi vida. Acepto la autenticidad, rechazo la mentira y la falsedad. Pienso que la oración me da mucha fuerza y me une más a Dios. Mi vida espiritual es prioritaria. Amo al Santo Rosario, lo rezo a diario. La Virgen María también es madre nuestra; a ella doy mi vida para que la entregue a Jesús. Sé que Dios es el centro de mi vida, es el Rey de mi existencia. Con Dios, todo, sin Dios, nada. Pienso que no hay felicidad fuera de Dios. Mi meta es el Cielo. Pienso que no hay salvación sin amor al prójimo; que la palabra Evangelio significa anuncio de felicidad, anuncio de la buena nueva. Cristo nos dice. "Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda creatura". Marcos 16, 15.
¿A qué acción o propósito te motiva?
Mi compromiso: Vivir en Gracia de Dios, mantener una actitud mental positiva, hacer las cosas con amor, evitar quejarme, llevar una vida de oración, participar en la misa diaria, recibir todos los días a Cristo Eucaristía, frecuentar el Sacramento de la Confesión, rezar a diario el Rosario, esforzarme por ganar el Reino de Dios, cumplir con celo mi trabajo, decir la verdad, mantener limpia mi conciencia, cuidar mi cuerpo, mantener mi espíritu de servicio, tener durante el día momentos de silencio, meditación y tomas de conciencia.
Que Dios y María Santísima te bendigan. Mary y Jaime.
